En LinkedIn se volvió común ver títulos como “ex-Google”, “ex-Amazon”, “ex-gran empresa”. Y está bien, es una forma de mostrar experiencia. Pero si vas a sumarte a esa tendencia, te propongo que lo hagas con intención.

Antes de poner en tu perfil quiénes fueron tus ex, preguntate:
¿Conectaste con tus excompañeros? ¿Mantenés vínculo con ellos? ¿Qué podrían decir de vos hoy? ¿Te recomendarían para un nuevo proyecto? ¿Vos los recomendarías a ellos?

¿Y tus ex jefes? ¿Podrían ser tus referentes? ¿Qué responderían si un reclutador los contacta con o sin aviso y les pregunta por vos? ¿Qué huella dejaste en su equipo?

Poner ex-empresa en el título puede sumar, pero no dice mucho por sí solo. Ser “ex de” simplemente indica que pasaste por ahí. Lo que verdaderamente habla de vos es la historia que construiste en ese lugar: los vínculos, los aprendizajes, los logros, y sobre todo, cómo contás esa experiencia.

Así que antes de usar a tus ex como un sello de validación, pensá:
¿Quién sos vos después de tus ex?