Es como tomarte un cafecito con un graduado, solo que esta vez fueron cuatro: todas ellas de Relaciones Internacionales y Ciencia Política. Fue un panel organizado por el área académica.

Más allá de algunas reflexiones específicas de dichas carreras, los consejos que compartieron Paula Aguilar, María Florencia Bergez, Milagros Urtasun y Deborah Tasselkraut “viajan bien” hacia todos los estudiantes de la Universidad. Porque, al fin y al cabo, la carrera no te define: es un punto de partida. Lo que importa es lo que vos hacés con ella.

Hablaron de todo: del miedo a dar ese primer paso postuniversidad, de la ansiedad por decidir, de la comparación con otros. Es casi universal. Está bien no saber cuál es el próximo paso. Y cuando no sabés, te movés.
¿Por dónde empezar? Por tus motivaciones y energizantes.

¿Qué te importa?
¿Qué te interesa?

Entre los consejos y aprendizajes que compartieron, algunos destacados:

  • El primer trabajo es eso: el primero. Te ayuda a poner en acción tu forma de pensar, a aprender a trabajar con otros seres humanos y a aplicar el lente de tu carrera universitaria. Y se empieza por donde se puede. A veces un mini pro bono o voluntariado es la mejor inversión. O un proyecto corto que deja aprendizajes, te conecta y te abre otra puerta. Spoiler alert: es poco probable que tu primer trabajo sea el de tus sueños.

  • Preguntate qué impacto querés generar y qué significa para vos tener impacto. Encontrar tu propia medida del éxito… y honrarla. Conectate con tu estilo de trabajo: ¿cómo te gusta trabajar? ¿Qué vida querés tener? El éxito no significa lo mismo para todos.

  • Pensá cuál es el pitch con el que visibilizás tu carrera. ¿Qué historia estás contando? ¿Cómo te presentás en las entrevistas? Posicionar tu carrera universitaria, sea cual sea, también depende de vos.

  • No sos tu carrera. Sos tus habilidades, talentos, motivaciones y entusiasmos. “No buscan mi carrera”… ¿te lo dijeron en una feria laboral? Desafiate a sacar las etiquetas. Autoestigmatizarnos es una tentación, pero movámonos de ahí.

  • Recordá que no lo hacemos solos. La red, muchas veces (y para algunas carreras más aún), abre la primera puerta. Animate a conectar, preguntar, pedir… y aceptar que a veces te ignoren o te digan que no. Salir a hablar, visibilizarte en persona y online (¡hello LinkedIn!) también es tu tarea.

  • Cultivá redes diversas. Claro que hacé crecer la red de tu carrera, pero también prestale atención a la red diversa. En la variedad están las oportunidades. Conectá con graduados, probá cosas, movete.

  • Sé creativa/o para abrirte a las sorpresas en el camino. Movernos genera conversaciones y hace que las cosas pasen. Llamalo “serendipia planificada” o como quieras, pero salí al encuentro.
    Algunos ejemplos que compartieron las graduadas del panel: una se sumó a un proyecto que la conectó con alguien de otro país (clave para futuras oportunidades), otra mencionó una conversación con un docente, y otra, un trabajo de graduación que la acercó a gente con intereses mutuos. ¡Abrazá lo random!

  • ¿Te preguntás si la formación de tu carrera alcanza? Nunca se termina de aprender. Quizás haya un posgrado en el horizonte, o quizás lo que venga sea una sucesión de microaprendizajes. Pero aprender, siempre.

En la retrospectiva de los paneles con graduados, nunca falta la referencia al valor de la experiencia UdeSA: el Ciclo de Fundamentos (debo haber escuchado más de veinte paneles y en ninguno faltó una mención), la mirada global e intercultural, la adaptabilidad, la ética laboral, el saber hacer preguntas y el saber qué preguntas hacer. También las habilidades de comunicación y lo cuanti —no importa qué carrera curses—. A algunas no nos simpatiza, pero que sirve, sirve.

Ninguna carrera viene con un mapa armado. Nos movemos, probamos y vamos ajustando en el camino. Se construye en movimiento.
¿Qué pasos vas a dar para seguir construyendo la tuya?