Decí lo mismo, pero mejor: cómo traducir tu experiencia para conectar con nuevas oportunidades

Cuando buscamos un cambio laboral, el lenguaje importa, y mucho. No alcanza con tener experiencia: también hay que saber contarla. Aprender a hablar el idioma del rol al que aspiramos es fundamental para traducir nuestras trayectorias y habilidades a los términos que selectores y Headhunters entienden y valoran.
¿Por qué es tan importante? Porque queremos facilitarle el trabajo a quien lee nuestro perfil, ya sea en LinkedIn o en un CV. Necesitamos que encuentre, de forma clara y rápida, lo que está buscando. El promedio de atención en una primera lectura es de apenas seis segundos. Si en ese tiempo no encuentra la información relevante, directa y en su propio lenguaje, sigue con el siguiente perfil.
Por eso, es esencial tener en mente al público objetivo: entender cómo se comunican esos roles, cómo describen sus desafíos y qué tipo de palabras usan quienes ocupan esos puestos. Esa es la base para ajustar el modo en que hablamos de nuestra experiencia. No se trata de exagerar ni de forzar, sino de dar contexto y traducir lo que hicimos en términos que resuenen. No es lo mismo decir “manejo el presupuesto del sector” que “gestioné el presupuesto del área, que representa el 50% del presupuesto total de RRHH (sin headcount)”. La segunda forma da claridad, escala y relevancia.
Ser genuino es importante, pero también lo es ser versátil. Comunicar con claridad, empatía y estrategia nos ayuda a lograr una presentación profesional más asertiva. En Desarrollo Profesional solemos resumirlo en tres preguntas simples: quién sos, qué hacés y por qué eso debería importarle a quien te está leyendo.
Una buena forma de empezar esta “traducción” es analizar distintas búsquedas laborales del rol que te interesa:
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Observá los requisitos,
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Identificá palabras clave,
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Leé perfiles de personas que actualmente ocupan esos puestos y
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Registrá cómo describen sus tareas cotidianas.
Esa información te va a dar pistas para incorporar un lenguaje más adecuado tanto en tu CV como en LinkedIn y entrevistas. La clave es que el otro entienda no solo lo que hiciste, sino el valor que eso tiene en su propio marco de referencia.
Como todo idioma nuevo, requiere práctica. Podés apoyarte en herramientas de inteligencia artificial para explorar alternativas o encontrar mejores formulaciones, pero no dejes que hablen por vos. Encontrá tu estilo, probá, ajustá. El mejor lenguaje es el que permite conversaciones reales y significativas.
Al principio, puede que te sientas distinto hablando “ese nuevo idioma”, más técnico o formal. Y está bien. Es solo una versión tuya: la que quiere dar ese próximo paso, conseguir una oportunidad, o simplemente despertar la curiosidad del otro para llegar a una conversación más genuina.
Traducir tu recorrido profesional no es repetirlo: es reinterpretarlo con intención, para que otros puedan ver su valor. No se trata solo de hablar otro idioma, sino de encontrar la forma de que te escuchen. Y si en el camino te sentís perdido, desde Desarrollo Profesional estamos para acompañarte.
Y si no sabés por dónde empezar, podés explorar nuevas herramientas que te acompañen en ese camino. En el Campus Virtual, dentro de la sección “Explorá”, encontrás el recurso “Simplificando la búsqueda laboral con Inteligencia Artificial”: una guía práctica para seguir traduciendo tu recorrido con más claridad y confianza.